Una pelea de gallos por los Derechos Humanos

En un mismo banco, alumnos de los que no suelen salir en las fotos; al otro lado, más de 600 compañeros y compañeras apoyándolos. En un mismo banco, alumnos de distinta nacionalidad y escala social, pero, como dice Mohamed, "un mismo sueño". Alumnos que no aprueban Lengua, pero capaces de improvisar y rimar sin miedo a la mirada atenta de todos sus compañeros. Compañeros expectantes, escuchando y aplaudiendo rimas contra el racismo, contra el machismo, contra la xenofobia. Compañeros que se dan la mano cuando el otro se queda en blanco, como José con su tocayo. Compañeras que deciden libremente no participar, pero que poderosas cogen el micrófono para explicar cómo el rap surge como forma de resistencia y para combatir el racismo, compañeras capaces de dirigir una batalla de gallos, porque así se llama y eso no significa que aquí, en El Molinillo, no seamos capaces de analizar y debatir sobre la inclusión, el machismo, el sexismo, la tolerancia, el respeto y, sobre todo, el trabajo en equipo, nuestro equipo donde ellos y ellas son los protagonistas, nuestros chicos y chicas del Molinillo. Nuestro equipo, que no solo cuenta con gran parte del alumnado y algunos profes que creen que la Escuela es el mejor lugar para empezar a cambiar el mundo y luchar por los derechos humanos; sino también con antiguos alumnos como el gran Rafa Vizcaíno, que empezó a sorprendernos con sus letras aquí y hoy ya vuela alto llevando su música mucho más allá del Molinillo o Guillena. Así se trabaja en El Molinillo, de forma cooperativa, en la Semana por los Derechos Humanos:

TEXTO: Irene Yébenes Martín
VÍDEO: Luisma Aparicio Espejo

Gracias a organizadores y participantes por este auténtico regalo de improvisación